El sábado 26 de julio di el primer taller de origami en estas vacaciones de invierno. La convocatoria era en la librería El Aleph de Berazategui bajo la consigna Cuentos y origami y para las 17 hs. eran más de treinta chicos los que se habían acercado.
Después de la amable presentación de Consuelo Nieva les leí el cuento Origami que escribí hace un tiempo. Trata de un chico que quiere plegar un delfín y no le sale.
Los chicos disfrutaron mucho del cuento y a continuación propuse enseñarles a plegar el delfín. Como siempre en este tipo de convocatorias había chicos de las más diversas edades, algunos muy chiquitos, pero siempre están los padres que se enganchan y los ayudan.
Armamos dos rondas en el piso, repartí los papeles y a empezar. Me divierten mucho estos talleres porque mientras van haciendo los primeros dobleces y parece que la cosa viene larga y aburrida me miran con extrañeza como diciendo: ¿y para cuándo el delfín?
A mí me gusta mantener la intriga y les hago bromas al respecto. Pero la magia del origami es precisamente eso, después de plegar y desplegar y volver a plegar de pronto empieza a verse algo y los ojitos de los chicos, antes intrigados, empiezan a brillar porque descubren que en sus manos la figura va tomando forma.
Y la sonrisa que se les dibuja cuando la terminan es impagable.
Agradezco a mi esposo Martín Boris Tercic que sacó las fotos y a Consuelo Nieva por convocarme y ayudarme en el transcurso del taller.
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| Consuelo y yo, cansadas pero felices, después de un momento maravilloso con los chicos. |
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